El pole Fitness ha ido cobrando fuerza recientemente para transformarse en una disciplina de las más gustadas, fuertemente influenciada por técnicas centenarias, pasando por movimientos acrobaticos y bailes exóticos, el pole fitness hoy se coloca en una posición en la que podría convertirse en un deporte de competencia.
Es sumamente extraño encontrar una cultura en la que no se haya desarrollado algún tipo de baile. Por lo general, la danza y el movimiento del cuerpo simbolizan un sinnúmero de cosas que van de la mano con la tradición y la expresión.
Un poco de historia
En la Grecia antigua, la danza se entendía como una manifestación irracional e inútil pero absolutamente necesaria. Su actividad no genera nada en sí y su acción puede ser completamente errática, desordenada. Sin embargo, el efecto que tiene es liberador, espiritual, como si se le diera imagen a algo que no tiene representación visual.
Incluso, en el trance de un baile, la locura puede emerger y si esta se canaliza de manera adecuada, pueden suceder cosas muy interesantes.
La plaga de la danza
La época medieval en Europa occidental está repleta de historias. Las personas percibían el mundo de una forma muy distinta y su principal fuente de entretenimiento eran las narraciones, los cuentos que se contaban de boca en boca.
De vez en cuando, diversas investigaciones han descubierto que, algunos de esos cuentos, tienen más realidad que ficción. Y ese es precisamente el caso de lo que ocurrió en la ciudad de Estrasburgo un día de Julio de 1518.
Una mujer salió a bailar y después de varios días, seguía bailando. Conforme pasaban los días, más gente se unió en un trance de danza imposible. Oficiales de la ciudad decidieron moverlos a salones de baile con músicos bajo el propósito de que, literalmente, bailaran hasta el cansancio y se les quitara la aflicción.
Hubo algunos que murieron por el movimiento continuo de su cuerpo que no cesaba, ya fuera día o noche. La compulsión, que ya parecía epidemia, se terminó hasta Septiembre y al menos 400 personas se vieron atrapadas en ella.
Una de las mejores explicaciones de este fenómeno hace referencia a la histeria colectiva, la cual se generó en Estrasburgo debido a las pobres condiciones sociales en las que la gente estaba viviendo. La presión psicológica y corporal por la falta de alimento, aunado a una ferviente creencia religiosa, desataron la compulsión por bailar como una respuesta ante dichas presiones.
Suena fantástica la manera en la que se puede compartir la histeria al grado en el que se puede entrar en un trance en extremo potente. ¿Te podrías imaginar tener control de eso? Tendrías la fuerza para danzar por días sin sucumbir ante la plaga, como una maldición que te quitas y te pones a placer. ¿Se podría aplicar esto en una danza particular?
Durante el siglo Xll, acrobatas chinos ya demostraban una variedad de habilidades que requerían una gran fuerza en un poste de hasta nueve metros de altura.
En la India hace aproximadamente 800 años se desarrolló el Mallakhamb, deporte que se desarrolla en un poste de madera, grueso en la parte inferior y más delgado en la parte superior, con la intención de entrenar a luchadores.
Este se realiza con el torso, brazos y piernas desnudos para tener un mejor agarre al realizar las diferentes posiciones. Los atletas desarrollan gran habilidad, fortaleza y una coordinación que les facilita la práctica de otras actividades deportivas como el judo, la lucha libre y la gimnasia.
A principios del siglo 20 el pole dance cobra auge en Estados Unidos durante la gran depresión, relacionándose con un grupo de bailarinas llamadas las Hoochi Coochi que iban de feria en feria realizando sus movimientos y bailes alrededor del poste que sostenía la carpa.
Es en Canada durante los años 90 que Fawnia Dietrich crea y funda la primera escuela de pole dance, gracias a ella, esta disciplina entra a la era moderna, en donde se funden las practicas circenses de los chinos, la fortaleza y energía de los hindús, la sensualidad de la danza y la aptitud, fuerza, flexibilidad y resistencia del fitness actual.
Tal es el alcance y popularidad de este deporte que se han iniciado gestiones para incluirlo en los juegos olímpicos y que sea reconocido como un deporte de competencia.
Catarsis
Aristóteles, el eminente filósofo griego, fue de los primeros en entender el término de catarsis. La palabra se refiere a una purificación de tu estado de ánimo por la contemplación de una escena o la proyección personal de tu mente sobre algo. Puede haber catarsis mientras se expresa una danza, es un estado de pura concentración, un trance.
Las personas en 1500 que sucumbieron ante el impulso de bailar tenían un estado de ánimo de angustia por presiones sociales. Su cuerpo, de una forma u otra, buscaba catarsis pero ellos no sabían esto. ¿Qué ocurriría si usas el Pole Dance como medio para purificar tu estrés o angustia?
La expresión artística nos hace proyectar nuestro estado de ánimo fuera de nuestra mente, podemos ver lo que nos duele. Por ejemplo, el enojo, puede representarse en una danza tosca y fuerte con movimientos rápidos pero rígidos. De esa forma tienes un mejor contacto con aquello que te aflige dado que puedes verlo y sentirlo.
Entonces, en teoría, podrías usar los movimientos en el tubo de Pole Dance como un medio para proyectar aquello que tienes en la mente, ahí está la catarsis. Después, cuando logras concentrar esos pensamientos en tus acciones, puede inducir a tu mente en un estado de trance que pueda tener la misma potencia de una histeria como en la época medieval.
Esa es la sana maldición: un estado de trance con el que puedas bailar sin parar con el fin de purificar tu estado mental por medio de la expresión de la danza. Aunque esto suene muy sencillo, aprender a hacerlo requiere habilidad que no se encuentra muy fácilmente.
¿Dónde empiezo?
Podríamos llenarte aquí con diversos tips y entrenamientos pero nuestro propósito es otro. La mejor manera de aprender Pole Dance y entrar en trance es la experiencia. Sólo con la práctica continua podrás ser capaz de bailar día y noche puesto que podrás convertirte en lo que bailas.
Pocos lugares pueden ofrecer esto dado que se requiere conocimiento y comunidad. Sin embargo, Calavera lleva ambas características a otro nivel. No es sólo un gym, es un estado mental, es expresión, es catarsis para ti y tu cuerpo. Muévete, agarra un tubo y empieza a bailar.
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